¡ A un Caballero al que creí NOBLE
martes, 10 de agosto de 2004
¡A un Caballero al que creí NOBLE
Que diferencia abismal,
entre el uno y el otro,
lo que ayer me pareció cabal
hoy distante me muestra su rostro,
de sabios es, de opinión, mudar
ayer me habéis parecido
alguien digno de imitar,
dulce y grato, amable y gentil,
en mis apreciaciones he errado
he sido pueril
cuando mi casa habéis visitado,
no así ahora,
pues bien os he entendido
en esta tardía hora...
Pero debéis conocer
que jamás he pretendido molestar,
ni vuestro diario quehacer
perturbar.
No estuvo en mi ánimo,
vuestros versos halagar,
sino de mi sentir
hablar,
dar sobrada razón,
de la profunda emoción
que sentí, al leerlos,
y vos, al responderme,
no habéis llegado a, en mi lugar,
situarme,
pues vuestro gentil expresar
me ha movido a engaño,
y al tropezón,
abocado...
Os he sentido seco y desabrido
gélido, despectivo
y desconsiderado,
hasta, de despedida un cortés saludo,
me habéis negado,
¿ Que menos se puede
otorgar?
y debo confesar, que a mi sentir
vuestro desplante y decir
ha repugnado...
Pues bien...,
habéis de saber,
distinguido Caballero de las mil y una letras,
que os importe o no,
como expresó un ilustre poeta
muy de mi agrado...
“ Nuestras vidas son los ríos
“que van a dar a la Mar,
“que es el morir;
“allí van los señoríos
“derechos a se acabar y
“consumir;
“allí los ríos caudales,
“allí los otros medianos,
“y más chicos,
“y llegados son iguales
“los que viven por sus manos
“y los ricos “
Pues nosotros,
esa pululante multitud de “don nadies”
( supongo que así nos veis,
cuando asi nos tratáis)
también nos resentimos
y sufrimos,
cuando somos maltratados,
pues tenemos sentimientos,
y si en algunas ocasiones
osados parecemos,
en otras- cual ésta- maltratados
resultamos,
pero jamás de nuestro lugar
nos veréis movernos
y saber también,
que nunca deseamos
molestar,
ni mucho menos incordiar
por todo ello,
tras presentaros, mis disculpas,
Caballero,
Yo os prometo
que ya jamás con mis letras
os volveré a interpelar
aunque ello me condene
a tener que privarme
del placer de leeros,
pues ya
ni con más
ni con menos,
puntos o comas,
osaré volver a molestaros,
o en vuestra paz recalar...
Ha sido un incontrolable impulso,
el lamentable lapsus
del pasado Julio,
el que me hizo dirigirme
a aquel hidalgo
al cual, tras su visita,
yo creí
un , maravilloso gran caballero,
dulce, gentil, noble,
generoso,
nada orgulloso
ni vanidoso,
además bondadoso
y romántico...
Confieso que he sufrido,
un lamentable error,
por ello, tras disculparme
con Usted,
recapacito,
y me hago el alto honor
de nuevamente, el mensaje
del glorioso poeta recordar
expresando con sabia
certeza:
” Este Mundo es el camino,
“para el otro, que es morada,
“sin pesar;
“mas cumple tener buen tino
“para andar esta jornada
“sin errar.”
Me consuela saber
que, aquel mi humilde poema
nunca os lo he llegado
a dedicar...
aquel que yo os había
compuesto
y que he destruido
trozo a
trozo,
sino ahora
¡ Pobre de mi !
tendría que morder el polvo
del desprecio,
y confieso
que sería el mío,
el primero
de todos...
por... ¡ A descubrirme tan necia,
acabar obligada...
¡Adiós Señor,
que Dios os guarde!
A N N
-<-
@
Comentarios sobre este poema
Enviar a alguien
Deja tu opinión:
Usuario:
Contraseña:
Registrarse
Buscar poema introduciendo algún elemento del título o de su contenido:
Lista de los últimos poemas
Lista de categorías
Inicio
|
Biografía
|
Poemas
|
Chat
|
Música
|
Libro de visitas
|
Enlaces
|
Registro
Fondo musical:
Baile Hungaro 5, de Johannes Brahms
Agregar a Favoritos
Recomienda esta web
© Ann Louise Gordon Stewards 2025
contadores de visitas gratis