La estatua y la golondrina..!
viernes, 6 de junio de 2003
Clímene era una nereida a cuya memoria y hermosura la villa marinera de Soñar elevó una estatua sobre las rompientes del mar Un lejano día llegó a la villa una golondrina viajera dulce forastera que buscaba a sus hermanas, cuando... comenzó a llover. Entre los pliegues de la estatua, buscó refugio subió y subió por ella para situarse frente a las dos delicadas turquesas que eran sus preciosos ojos descubrió que ... ¡Lloraba! -- ¿ Por qué lloras?, le preguntó -- Lloró por que no soy feliz, respondió Clímene. Cuando habitaba en mi palacio, bajo el mar, rodeada de belleza y amor, creía que aquí en la tierra todo era felicidad, riqueza, pero ¡ No! he descubierto tristeza, penuria mucha pobreza. Quisiera darles todas mis riquezas aquí nada tengo pero... ¿Podías tú, querida golondrina, arrancar con tu pico, todas las piedras preciosas de mis vestiduras, también mis ojos y dáselas a ellos... a los pobres a los niños ...? Así lo hizo la golondrina que regresó, con el encargo cumplido, para anidar en Clímene ¡ Ah, la bella Clímene, se había quedado tan fea y deslucida! al perder todos los adornos de sus vestiduras, sus bellos ojos que, al llegar la Primavera los necios habitantes de la villa la empujaron con asco a las aguas junto a ella a la pobre golondrina muerta. Pero ¡ No! el buen Dios se rebeló ¡ Que gentuza más desagradecida! ¡ No! bramó ... con majestuosidad elevo nuevamente sobre la bahía el monumento de oro, gemas preciosas con una Clíemene, ahora brillante ¡ Deslumbrante! con su amiga la golondrina posada en su seno. Soldó sobre el pecho de Clímene, dos tiernos, amorosos corazones en prueba de eterna amistad entre una diosa, el mar y una golondrina, que aunaron sus fuerzas fusionaron su amor para intentar aliviar el dolor la miseria de los humildes desagradecidos débiles y tristes habitantes de Soñar. * * * + Ann Louise
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