Si a hacerlo derecho tuviese,
¡Yo protestaría!
porque antaño teniéndolo todo
en esta vida,.
absolutamente todo ...!
con más frecuencia
de la deseada,
se me nublaba la alegría,
me sentía desolada,
¡Ay, Asustada!
¡Mis Sueños!
no tenían cabida en
la cruel realidad de este Mundo;
jamás sería por mi aceptada
su ocultismo, su media verdad,
la tenebrosa ferocidad de esta morada,
su temporal y macabra oferta...
Al no conseguir, ni alcanzar
a posar mis pies
sobre un suelo que vacila,
que tiembla y se convulsiona,
que mata y destruye,
desbaratando mis bellos
castillos
sobre la arena...
por no vivir y caminar
con firmeza sobre esta Tierra
a por ella, en paz, no discurrir...
¿ Por qué debería sentir miedo
al hacerlo?
¡ Ay, porque lo mío...
era humana flaqueza, pavor,.
huir, evitar, alzar el vuelo
esconder mi faz tras la sólida
nube rosa de la ilusión,
de los ensueños,
aquella a la que encomendaron
mi protección,
en ésta o cualquier
otra ocasión...
la que decoré a mi medida
dotándola de una fantasía poderosa.
Aquella que animé
con una hermosa melodía
cálida, armoniosa,
¡ Deliciosa!
La que coloreé
eligiendo entre la gama luminosa
el colorido más alegre...
Nadie que more gozoso
en este Mundo,
deberá volver a oír la impotencia de mis
gemidos, ni contemplar mi flaqueza,
el lamentable aspecto de mi presencia
al intentar posar mis pies sobre la Tierra,
en ella, en paz, morar y soñar,
sentía un pavor que me aterraba,
era por eso qué corría a ocultarme tras los velos
de mi hermana de Génesis,
la niebla matutina,.
para poder transitar sus sendas,
y al anochecer conciliar el sueño,
hasta que el astro rey baña la tierra,
y pone en marcha la factoría de la vida,
porque su luz me envuelve y da cobijo... .