No hay poesía,
ni poema,
canción ,
o melodía
buena o mala,
bonita o fea.
Todos ... poetas y poetisas,
compositores letristas,
vates, trovadores, juglares,
rapsodas, versificadores,
copleros o rimeros...
¡ Absolutamente todos,
sin excepción,
poetas nacemos...
Unos en las calles crecemos ...
y en ellas exponemos.
otros de los Templos procedemos
y en ellos moramos!
Mas unos y otros
regalamos con nuestras letras,
o música, la expresión
de un bello sentimiento
que puede ser de amor
de dolor,
alegría
o de melancolía
y nostalgia...
No digamos ...¡Es bonito o feo,
bueno o malo,
no juzguemos y condenemos,
¡ Que eso nos hace siervos
de nuestras bajas y ruines vilezas
y pasiones,
nominados y acreedores
a portar eterna cadena y yugo!
Porque tú y yo, aquél y otros muchos
muy bien sabemos
que eso está, hoy en día
muy limitado y condicionado
al prisma y criterio subjetivo
del amiguismo imperante
con unos.
Frío y objetivo con otros
de quien con despotismo
y altivez porta la sartén
del sabroso guiso...
Lo que el poeta,
la poetisa,
el compositor o el rimero
intenta y desea alcanzar a decir
primero siempre ... ¡ Siempre!
con atención, buen criterio
un profundo respeto
y hermoso sentir solidario,
todos debemos leer u oír,
pues tan sólo se trata de la expresión
de un sentimiento...
¡ Un grito de alegría
tristeza, o protesta!
Otra cosa es
que después de leido u oído,
te alcance a satisfacer, o toque a tu corazón,
que logre colmar tu ilusión,
o llenarte de emoción,
despierte tu interés y atención
o que tú ... por lo que sea, no te encuentres,
hacia él o ella,
en buena relación o disposición...
Todos los humanos
¡ Todos... Todos! sin excepción,
nacemos con alma de poetas,
somos, en sentimientos, poderosos,
humildes ricos
o pobres
hay en nosotros
una maravillosa mezcla y compendio de belleza
y miseria,
podemos ser, por ello, ...
Reos acreedores capaces de dispersar,
por doquier, poderosa riqueza y belleza
o, por el contrario, esclavos
destinados a sembrar discordia, triste
y mísera pobreza...
Sólo que a unos pocos alcanzan
a subirlos, elevarlos, y aclamarlos,
como grandes y magistrales,
y a otros ... ¡ Pobres! no llegan
ni tan siquiera a considerarlos o descubrirlos,
siendo, por ello, unos simples
marginales...
¡ Pero... ¡ Amado Pueblo Mío! recuerda ...
que no hay grandeza
que cien años dure, que con el paso del tiempo
no pierda su fuerza,
y se vea despreciable pobreza...
Ni bendita pequeñez
que pasado ese mismo tiempo
no adquiera valor, relieve,
si se considera y estima que bien viene,
y a todos se muestre con orgullo
la fuerza
de aquella mermada estrechez
haciéndolo, a su vez,
con idéntica, o mayor altivez,
dignidad, señorío
y grandeza...
*
(C) Ann Louise Gordon Stewards
LACAUSA
Music
Orquesta Mantovani