Poemas
Una rosa negra…!
viernes, 10 de octubre de 2003
Tu sabes que la verdad me has ocultado
me has mentido, me has engañado.
Simplemente te has callado,
por omisión
has evitado
hacer, a tiempo,
aclaración
de tu situación,
y ahora, a destiempo
has atravesado mi pobre corazón
de lado a lado
con la daga
del dolor
Yo era una niña
tenía apenas veinte años,
y has permitido que yo de ti me enamorase
que contigo soñase
que edificase un hermoso Palacio
de sueños, anhelos
y deseos...
que viviese en la quimera de tu amor
de mi naciente ilusión,
de tu ardiente pasión,
has jugado con mi corazón
y ahora...
que lo has destrozado
que me has arrebatado las ganas de vivir
Ya sin remisión me tendré que dejar morir.
Mi vida se ha quedado sin la razón,
de su existir,
muerto el anhelo
destrozada el ansía
fenecida la ilusión
¿en cual rincón yo me refugiaré,
para ocultar mi desilusión
tan cruel decepción?
de ti me ausentaré
muy triste vagaré,
errante por el mundo iré
melancólicamente lloraré,
tu recuerdo evitaré,
y en el amor
ya nunca jamás
volveré a creer
Y ... finalmente
un día,
me detendré,
en esta triste peregrinación
de expiación,
todas las puertas cerraré
echaré los postigos
tapiaré huecos y ventanas
y de esta vida,
sumida
en el más cruel de todos los olvidos,
rodeada de cirios
rojos
con lágrimas en los ojos,
partiré,
en vida me enterraré,
a mi lado, una simple nota dejaré
así el dolor obviaré
la tristeza por siempre alejaré,
de mi alma arrancaré
el recuerdo
de aquel pujante
sentimiento
que nació
condenado
a morir
antes de que pudiera lucir
en tu amor,
todo su esplendor,
su... tan ansiado elixir...
Pero antes de partir
Yo a ti te quiero pedir
que si algún día de mi te acuerdas
y me vienes a ver,
al Camposanto donde yo moraré
y en paz descansaré
no te olvides de traer
una hermosa rosa
negra,
perfumada y olorosa,
grande
manchada
con las gotas
de mi sangre
de mis venas,
para que al amanecer
pueda ser
purificada por el rocío
de aquel terrible sufrir mío,
y que tampoco omitas dejar
sobre el frío mármol,
de mi sepultura
tu engañoso beso
y la fría daga
que de todo mi arrebol
me despojó,
con la que acabas de segar
mi joven vida
de un preciso y certero
tajo.
*^*^*^+
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