Poemas
El templo de las tinieblas

viernes, 5 de diciembre de 2003







He sido, en tus sueños, la dulce sonrisa,
que moró oculta, en el Templo de tus tinieblas;
he sido, la voz juncal, que refrescó el árbol de tu silencio.
Y ahora me dejarás en la línea paralela, donde convergen las brisas
cuando, en el Alba, suenen las campanas
y de mi lado te vayas , sin prisa

Allí me quedaré...

Envuelta en los vientos, de la vereda del camino,
cual girasol de ensueño,
temblando de pudor
que , sin sol, ni dueño,
se ha quedado presa, en el beso de tu amor.
Y, difuminando va, tu paso por la Ribera,
antes de que pierdas el tren de mi vida,
sabiendo dar color a tu sombra,
y tendiendo una alfombra,
a tu paso,
mientras contemplo,
el vuelo de la alondra,
y siento que...
¡ Ay para mi, ya es tarde!
y en pensándolo,
nada me ata al Mundo
nada me retiene sobre la faz de la Tierra,
tan sólo una soledad aterradora,
y presta salto a la profunda sima
en la que arde
el fuego eterno
y devorador
del Ocaso.

*


AnnLOuise
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