Ya viene con el bagaje de su locura a cuestas...
pero por y para siempre alegre y bulliciosa,
una humilde e insignificante mujer
que de la belleza se declara
enamorada,
pues adora el bosque, el valle y el mar.
Es la que embelesada danza al compás
de su sinfonía inacabable,
pues vive amando, creando,soñando
y, por todo ello siempre rÍendo...
Esa que noche y día, a hurtadillas dialoga...
con las farolas del parque, el sol, la luna y estrellas,
que bajo ellas pregona mil una maravillas:
La de todo cielo estrellado,
océano o mar estridente,
sol reluciente.
Gentil, grata y afable nueva
venga la suerte de espaldas,
o hacía mil primaveras soleadas.´
porque su nombre es ...
¡ALEGRÍA!