¿Anhelo saber qué mar enfurecido
rasgó
las velas de nuestros deliciosos ensueños,
qué malvados arrecifes
destrozaron la quilla de toda nuestra ilusión ?
¿ En cuál islote solitario y sombrío
hoy solloza nuestro sentir,
para rescatarlo...
¿De qué cala surge tu gemido
y fenece toda voluntad doblegada?
Te sigo buscando en las cuevas marinas,
en las profundidades de la mar
tras las nieblas azuladas voy,
entre la espuma blanquecina
de mis anhelos.
Y te sigo reclamando en la noche plateada
El tiempo ha transcurrido
y no ha logrado
sepultarte
en esas regiones
recónditas de la nada...
engrosando las lluvias del olvido
Ya sea en la noche tenebrosa
o en la mañana luminosa
sigo esperando tu regreso.
mi alma así lo sueña
en la Isla del Coral,
al amparo de los vientos embravecidos
sin romper mis sueños
protegidos de los golpes marinos
contemplando en ellos
la maravillosa Montaña de los Cedros,
donde resplandece el sol eterno
allá en muy lejanos parajes.
¡ Muy lejos !
Regresa, al socaire de mis brazos perfumados,
al dogal cálido y amoroso de mis ensueños
a la cala deliciosa del amor
donde te espera el agua azul
la arena dorada
la mar calmada
y sopla una brisa de ternura
que todo mal cura...