Ayer mi corazón fue un país desolado
ante el pasto de las llamas, el dolor y la muerte.
Sus naos destrozadas, a la deriva sin timón
ni velamen,
agitadas por todos los soplos
se iban sumergiendo.
Mas cual ave fénix resurgí
de entre las aguas
todas las ruinas que hallé reconstrui,
dando vida, cuerpo y textura,
no a aquel ayer reino solitario y desaforado,
sino llenando de melodías, luz ,color
y armonía todos su entorno
y rincones.
De flores, de entre los rayos solares
extraje tonalidades singulares,
de ritmos y trazos deslumbrantes,
y atrayentes.
Toda la superficie
e inmensidad de nuestra tierra y aguas
cobró vida, cuerpo y alma en mi…
¡ Ah, qué gozo!
Mi cuerpo, alma y corazón
ya y laten y palpitan
y ahora camino erguida.
...
Volvieron los cisnes al lago,
tìorecieron de nuevo
las peonías
y hoy vueven por doquier
en alegre tropel
estrechamente abrazados a la vida
a la ilusión, abiertos al ensueño
y al amor,
dando vida al bagaje de todos mis ensueños
y las danzas de mis anhelos.
Mi corazón ya late de nuevo, cobró vida…
se llenó de música, luz y poderío,
y con fiereza reclama el derecho,
con uñas y dientes,
a emitir su poderoso latido vital…
Al ver al ser amado ileso regresar
de entre aquel caos
a mi lado.