Era abril, después de la llovizna
la tarde era un auténtico milagro
y tú, una hada genuina
aproximaste tu alma a una peonía
y conquistabas la amistad del árbol.
Desde entonces giras y danzas
eligiendo los anhelos.
NO pares de danzar, no pares.
Nunca permitas que interrumpan
tu charla con las aves.
Otra vez es abril, y no es azar
tus ojos semicerrados
sin miedo a soñar.
Giras y giras
danzas con el aire en su día libre
lleno de gaviotas y albatros.
Otra vez es abril, y no es azar...
la luna rosa, las nubes rosadas
las noches tersas
que danzarán contigo
en millones de estrellas.
Otra vez es abril, y no es azar…
la mirada del sol
que se detiene en primavera
sólo para ti.