Intenté detener el torrente desbordado
de mi sentir,…
ser escueta, parca, precisa en mi expresión,
pero ésta crecía y crecía
se desbordaba su poder y esencia
se enardecía …
Al principio fue , cual un fino hilo de oro,
tan fino y delicadamente estrecho
pero…
se fue agrandando, agigantando
desde la fina línea del pensamiento
se fraguaba en el aire mismo
desde aquel leve soplo de mi aliento
su dimensión oral ya no tuvo punto
ni halle lugar para agonizarla
alcanzó una dimensión universal,
que amenazaba sobrepasar la carpa del universo…
Entonces – demasiado tarde-
¡Calla!
me dije
pero ya nunca pude …
¡ Callar!
Porque me gustaba oír retumbar su exquisito
acorde
El sonido de mi voz…
¡ Estaba atrapada!
Desde entonces he ensordecido
Sólo me oigo a mi misma
Cuando camino por el bosque
Bogo en la inmensidad del Océano
O me abrazan los vientos…
*
(C) Ann Louis Gordon Stewards
LACAUSA & ANNYLAND
l.h.q.c.e.l.l.