Sur l´onde et Notre oú dorment les etoiles
La blanche Ophelia flotte comme un grand lys
Flotte tres lentement couché en ses longs voiles…
¡ Adiós Mundo, adiós belleza y maravilla,
adiós amores míos.
Ha tiempo que os he legado mi vida.
¿ Es quizá llegada la hora
de partir?
¡ Ah, qué placer es poder, todavía, yacer acomodada
sobre la hierba fresca y mullida,,
cual si fuese sedoso y fino terciopelo,
frente al Océano,
en Abril, contemplativa, muda e impávida
a la espera...
en un amoroso atardecer…
cuando el reloj del sol parece haberse parado
y, el tiempo ya no cuenta.
Hasta mi, llegan y me envuelven
los aromas de los mil jazmines y nardos
de Arabia.
El chasquido prolongado del beso cálido
de dos que fueron, jóvenes amantes,
cual largo e interminable suspiro,
entre las alas y acordes divinos
de nebulosas y alborada….
Hay en mi,
un murmullo de fuentes con sus risas
de aguas limpias, relajantes
y perfumadas.
Hay en mi,
un lecho de construcción armoniosa
su base es de pétalos de rosa
y lava sedosa del volcán.
Sobre la cima de la cariátide del alba
persiste el soplo y caricia,
que mantiene vivo el susurro de aquél
ya lejano… ¡ te amo!
Siento frío, y está comenzado a nevar
A veces oigo,
la risa cascabelera de aquella niña que ya no es
y otras veo, la mirada dulce de ms padres.
La hermosa mujer, aunque ya no está
sigue presente…
Luce mantilla blanca de encaje
y abanico veneciano.
Y va tomada de la mano poderosa de padre
el Mago.
Hay en mi
todo el esplendor lapislázuli
de su reclamo incansable
mientras la mano extienden hacía mi
sobre la espumosa cresta de las olas,
el vuelo ruidoso de las gaviotas
y, las arenas doradas de la
playa…
Y yo voy hacia ellos…
cerrando los ojos
mas no logro alcanzarlos...
y siento que floto inerte,
cual una pluma al soplo del viento…