Desde que se fueron ellos,
era el mío, un vacío tan real
iba, venía, algo me faltaba
sin saber lo qué,
pues de todo en abundancia tenía,
pensaba y pensaba…
Recostada bajo un árbol de mimosas,
a su sombra, meditaba…
luciente e infinitamente bello,
él sonreía al azul de mis ojos,
cual olorosa bahía….
de exquisitos efluvios
me regaló su halo.
Tuve un pálpito...
Aquí muy feliz voy a ser – pensé-,
siempre acompañada.
Busque cimientos, firme, acomodo
y declaré a la tierra ¡ mi hogar!
La acaricié, besé, y dije ¡ Gracias!
para mi sus frutos multiplicó. ¡ Era mi hogar!
Ya tenía aquello que me faltaba
un hermoso y cálido lugar
donde echar raíces…
Y la tierra fue mi hogar
aves, ciervos,plantas,ardillas, árboles, ,
casa, pradera y ensueño
y una sola dueña ¡ yo!
Mi acomodo..
Jamás dejé de contemplarla
acogedora, grata y bonita,
abrazada a ella florezco y a nada temo,
mientras confiada te espero.