Ahora que soy libre como un pájaro,
que vuelo y me deleito en todos los ensueños,
que todo lo embadurno y alboroto de gozo y alegría,
de flores, música, pájaros, diseños, pasos de danza…
trazo, corto y confecciono, o pinto, coloreo, sueño, río,
canto, escribo… trabajo y estudio...
Recordé que un día, no tan lejano,
en que me tomaba la vida muy en serio,
leí una importante revista,
que me pareció decía cosas interesantes,
muy sabias y acertadas.
Tomé buena nota de ellas e intenté llevarlas a la práctica,
así uno y otro día, reiteradamente.
Con empeño, pero al final...
¡ Nada!
Terminé agobiada, desorientada.
Cual una nave que ha perdido el rumbo.
Aquellos "maravillosos" consejos nunca serían aplicables
a la tan armoniosamente organizada desorganización
de mi feliz y despreocupada existencia.
Decía…
Que "había que simplificar"
"aprender a decir NO a lo que tenía poca importancia"
Inútil consejo…
Yo nunca jamás pude prescindir de esas cosas sin importancia,
para la multitud…
que a mí, particularmente, me hacen tan feliz.
Diariamente la vida así me lo viene a demostrar,
una y otra vez…
También decía…
"Que había que establecer prioridades,
no malgastar el tiempo"
¿Cómo establecerlas si todo lo que hago,
e incluso lo que deshago, es prioritario,
de mi agrado y me hace feliz?
Además soy muy dada a todo lo contrario.
Lenta, tranquila, pausada, contemplativa.
¡Totalmente imposible!
´Pensé...¡Otro consejo inútil!
Seguía diciendo que
"no se debía posponer las cosas"
¡No, a la indecisión.
No al perfeccionismo!
Y al fin sonreí feliz...
¡ Por fín!
Sí había hallado algo que me era aplicable!
¡Eureka!
Con esto sí estuve totalmente de acuerdo,
dado que este último consejo, se ajustaba muy bien
a mi línea de conducta despreocupada y alegre,
pues…
Si tengo que hacer algo lo hago,
sin indecisiones ni demoras de ninguna índole…
Y sin esperar a lograr algo “ perfecto” para realizarlo.
Sí, sí, sí
Eso de ser perfeccionista no va con mi modo de sentir la vida,
ni con la escasez de. mi tiempo.
Jamás fui, voy, o iré. tras la perfección.
No me gusta, me resulta así como ser muy estirada,
aburrida, pija.
Y además...
Recordé lo que citan las Escrituras Sacras,
aquello que tantas veces escuché repetir
a mi querido padre:
““
El que está vigilando el viento, nunca sembrará.
El que está mirando las nubes no segará
El que espera las condiciones “ perfectas” para hacer algo “ perfecto”.
nunca sembrará ni cosechará nada.!”
Y estuve de acuerdo, porque entre otras mil cosas,
garabateo algo todos los días,
aunque sople el viento o llueva,
aunque sea invierno
y no eterna Primavera, como a mí me gustaría…
Sin que me preocupe demasiado si es bueno o malo lo que logro
¡ Simplemente escribo!
sin que me detengan mis indudables fallos e ignorancia,
pues día a día voy aprendiendo de cada uno de mis errores.
Y hasta a veces, lo confieso…
( Ahora que nadie me lee, ni oye),
esos humanos errores, me resultan tan divertidos, coherentes y graciosos,
que me río y mucho de ellos, cual si no fuesen míos.
…Porque sé que tan sólo soy un ser simple y sencillo…
¡ Sin complicaciones!
Pero eso sí…
¡Alegre, despreocupado y muy feliz!
Por todo ello me llevo tan bien conmigo misma,
llegando a verme, con una gran simpatía,
e incluso, en ocasiones, con admiración.
Y son tantas las veces que me digo…
Adelante Primavera. no dudes ni vaciles...
que eres…¡ estupenda, genial,
fantástica.