Era
al , igual que ahora, Diciembre,
y la madrugada
de una noche clara
Iluminada.
por una preciosa luna inmensa
y brillante,
Las calles de la periferia de la gran ciudad
lucían una blanca sábana de nieve.
que las cubría…
Los leños chisporroteaban
en la chimenea del salón.
¡Resplandecían
luminosos los colores de mi árbol artificial
con todos sus adornos navideños
con un sinfín de resplandores
entre radiantes verdes
refulgentes luces plateadas
brillantes bolas granates
velas azules, violetas,
blancas....
¡Todo era Luz, Paz y Armonía!
Me acerqué al ventanal
ni una huella humana sobre la sábana
blanca...
Mas de pronto…apareció un animal
un pobre perro abandonado- pensé-
seguro que tiene hambre, de comida y afecto,
y que está húmedo y mojado,
templé un plato de comida,
cogí una toalla
y dispuesta,
a la puerta de la calle me fui ...
Me acerqué a él. Era tan pequeñito,
Tenía un pelaje rojizo y precioso
la cara afilada y unos brillantes
ojos rasgados
su pelo era duro
tenía una enorme y poblada cola;
cuando lo estaba secando,
con asombro descubrí
que no era un perrito
sino un lindo zorrito,
chiquito y tierno
el que hasta allí,.
A un lado de la ciudad ,
a mi puerta
había llegado.
Le miré fijamente a los ojos
con ternura, y confiado,
se puso a comer mansamente,
dos veces repitió la comida
y dando un lametazo final al plato,
después de mirarme otra vez
como si me dijese…
¡ Gracias Hermanita!
y una agilidad, sin igual
se encaminó calle abajo
hacía el centro de la ciudad.
Cuando lo vean lo matarán- pensé -
y sufrí por su suerte.
Al poco volvió sobre sus pasos,
tomó la calle de enfrente
y de nuevo me preocupé
por si alguien más lo veía
Pero... finalmente ... ¡ Ah, que alivio!
retrocedió y se acomodo en mi corral
antes de tomar
el sendero que conduce al Bosque
y esto ya me alivió...
¡Me pareció, un milagro,
quedé como presa de un hechizo...
¡ Gracias Divino Hacedor!
por haberme permitido acariciar,
cual si yo fuese Francisco,
a un manso, hermanito zorro!
¡ Sé que ... Solamente una vez,
llamará el zorro
a mi puerta!.
Y que ésta ha sido otra
experiencia
insólita,
¡ que jamás olvidaré!