Dame, de tu jardín, la más perfumada y hermosa flor,
y por mis anhelos jamás volverá a trepar el desamor.
Llévame a esa montaña que escalas, para asomarme a tu valle y río,
y con clamor, ¡por ti noche y día verás que porfío!
Solo tú lograste abrir la puerta de mi corazón
evitando los precipicios tras los que me ocultaba,
la nebulosa nostalgia que a veces nubla mi razón,
esa negra incertidumbre sobre la que me asentaba.
Así este día solitario, gris, monótono, frío y nublado
lograrás se torne jubiloso, sonrosado, cálido, afable
de tu gentil y ansiada presencia ¡ Poblado,
para mí, mágico y adorable!
Dame ese cálido beso de amor,
y su recuerdo me acompañará mientras viva,
con su grato chasquido y sempiterno fragor
alcanzando que mi vida sea grata y festiva
hasta su postrer latido.
Dame, de tu jardín, la más perfumada y hermosa flor,
y por mis anhelos jamás volverá a trepar el desamor.
Llévame a esa montaña que escalas, para asomarme a tu valle y río,
y con clamor,¡por ti noche y día verás que porfío!
Solo tú lograste abrir la puerta de mi corazón
evitando los precipicios tras los que me ocultaba,
la nebulosa nostalgia que a veces nubla mi razón,
esa negra incertidumbre sobre la que me asentaba.
Así este día solitario, gris, monótono, frío y nublado
lograrás se torne jubiloso, sonrosado, cálido, afable
de tu gentil y ansiada presencia ¡ Poblado,
para mí, mágico y adorable!
Dame ese cálido beso de amor,
y su recuerdo me acompañará mientras viva,
con su grato chasquido y sempiterno fragor
alcanzando que mi vida sea grata y festiva
hasta su postrer latido.