Maravilla grande es, a través del velo matinal,
contemplar la luminosa vastedad de tu cielo,
bajo este azulado colorido y trasluz,
celestial.
Al fin tras las lluvías ver dorar, el valle, la pradera, el río,
el feliz y gozoso vuelo de las aves
ya no se da importancia ese tropel de desahucios, desamores,
hipotecas, leyes, puertas y llaves…
ignorante ansian tornarse los corazones
exclamando en su gran delirio...
¡No, no, hoy más tristezas , dolor y temor,
que brilla el sol!
Vislumbremos allá no demasiado lejos
la belleza y poder de un Mar
tan placentero como
¡Ideal!
Con los airosos golpes de sus olas
espumosas...
y la sempiterna Sinfonía
de sus mil danzas rumorosas…
Ah!, es que ella, la Natura, sí sabe amar.
A mí,
al contemplarla tan ajena
en este soleado domingo de casi Noviembre,
el corazón, alma y la vida
se me llenan de un… tan inmenso
gozo y alegría…
que…
!Adiós les digo, Noviembre
con gozo y satisfacción,
a tus nublados y habituales problemas e incertidumbres,
pues, cual el más placentero y bello día primaveral,
hoy luces.!.