En el interior
de los Continentes existen
grandes extensiones de terreno
cubiertas de arena,
sin relieve, secas y desprovistas
de vegetación,
son los desiertos,
como
el Sahara Africano,
el Gobi asiatico
la Arabia;
en ellos
suele soplar
un viento abrasador
que se llama
Ohansin en Egipto
Harmaton en Guinea
Leste en las Islas Canarias,
Pero su verdadero nombre
es Simún.
Que en ocasiones,
sopla con una intensidad espantosa,
sepulta caravanas
borra huellas
arrastra grandes nubes de polvo y arena
y mata toda manifestación
de vida.
Se han dado casos de llegar a sepultar
bajo una montaña de arena
grandes Oasis
que luego tardan muchos años
en reaparecer
por
la acción del manantial que brota
y se filtra entre la arena.
Nada
tan magnífico, en su monotonía
y unidad, como la silueta
de una caravana
sobre
el mar de arena
del Sahara.
Produce angustia pensar
que aquellos hombres
que recorren millares de Kilómetros
siempre rodeados del fantasma de la
muerte, y la sed
se queden sin agua.
La más horrible de las desgracias del desierto
