Un día presentó su exposición al público,
Asistieron numerosos invitados,
las autoridades locales,
fotógrafos, periodistas,
y mucha gente,
pues se trataba de un famoso pintor,
un reconocido artista.
Llegado el momento, se retiró el paño
que cubría el último cuadro,
uno de grandes dimensiones.
¡Ah, qué belleza!
Exclamaron todos los asistentes
admirados.
Hubo un caluroso aplauso,
ante la visión de aquel lienzo,
que representaba a una impresionante
figura de Jesús
tocando suavemente la puerta de una casa.
Parecía estar vivo. Con el oído junto a la puerta,
como queriendo escuchar si dentro de la casa
alguien le respondía.
Hubo discursos y elogios.
Todos admiraban, sobre todas las otras,
aquella preciosa obra de arte.
Un observador muy curioso,
encontró una gran falla en el cuadro.
La puerta no tenía manilla,
y fue a preguntar al artista:
"Su puerta no tiene manilla,
¿Cómo se hace para abrirla,
si uno quiere entrar a la casa ?”
Así es, respondió el pintor,
sin inmutarse,
¡No hace falta cerradura, ni manilla exterior!
Porque esa es
la" Puerta del Corazón del Hombre" y,
como nadie ignora,
sólo se abre por el lado de adentro"
*
Basado en un tema que oí a alguien...
Música= Hess: Tema de la película "La última Primavera"