Amada Tierra, te ofrezco mi sueño
suspiro por tu belleza deseada
la sal el fuego y la paz anhelada
con sus mil flores y frutos sin dueño
Sea aquí, la muerte siempre desterrada
y la vida, la joya más valiosa.
No, a la guerra y a la maldad pavorosa
Sí al bien, al gozo, sí a tu ley sagrada
En nombre de su majestad graciosa
lo bueno, ¡ Sea ya…! sin la incertidumbre
la luz, los astros, la mujer y el hombre
la sacra creencia sana y fervorosa
grata, solemne, dulce y amorosa.
Somos risas, tu pan, mares ríos, peces
riqueza, techo, larga vida y mieses
queremos darte lustre, gran renombre
ser nobles, justos, tener mansedumbre
honestidad, y dedicarte preces