"Nunca creí que las guerras puedan solucionar,
lo que no se pudo arreglar con amor..."
Primavera del Valle
No quiero viajar oyendo los cañones
trescientos sesenta y cinco días
in crescendo,
prefiero los saludas al paraíso de la ilusión
y llenar mi sentir de hermosas travesías.
Entonaré una oración, por ellos
y me distanciaré...
No veré si está allá de las
montañas azuladas,
allá de rosas perfumadas
y hermosas,
no más allá de los tules del ensueño.
Me haríán llorar sus andrajosas,
deshilachadas y y ensangrentados ropajes.
Sufriré si habitan el cauce de los vendavales
y tormentas, donde el cielo retumba y brama.
Allí donde aún ruge el furor de los cañones.
y arden en los corroídos pechos las rebeliones
Detenida en la cercana lejanía del alma
no veré sus variopintas pupilas cerrados
abandonados, o no, en la antaño, paz y calma
donde los agujereados dormitan.
Nada ya podría yo hacer por ellos.
¡No! a las Naciones despiadadas
de lo humano,
de lo grato, bello y pacifico de la vida,
desde mi pulcra senda de níveas montañas
donde de horror tildarían,todo brebaje pendenciero.
y al derrrane de plasma de ansia maldita
no apto para almas con fe, rumbo, norte
e ilusión,
en ellos aún fermentan los dolores
y comercian sinsabores.
¡No , dicen a esos fervores condicionados
de una doncella primorosa,
que sólo tuvo tiempo para pintar
la vida de rosa...
mas...
no lograrán arrastrarme
ni envolverme en sus sucios manejos
e intereses.
Porque tras cada gota de alegría,
suele venir otra de tisteza y dolor
y yo ...
Nunca querré ser lágrima
sino ver, al fin. alzar el vuelo a la blanca
Paloma de la Paz posandose por siempre
sobre la amada Tierra,
y al fin vivir todos en Paz y armonía.
*(C) Primavera del Valle
LACAUSA & SPRINGLAND