En el silencio del amanecer
la majestad de los vientos
susurra cantos de amor
a la última estrella
de la noche.
Ya no hay tristezas
ni tardes muertas,
porque se encendió la lámpara
y cual radiante luz de sol
todo lo ilumina
aún siento, con amor
su arrebol…
Vuelan sobre el lago
las mariposas.
En mi sentimiento
el horizonte sigue siendo dorado
y, el bosque que me habita,
pese a su fronda anaranjada,
¡verde y fragante!
Al amanecer, cuando el alba
da en lucir,
y la tierra envuelta
en paz,
parece dormir
Yo los ojos suelo
abrir
y, en mi solaz,
por las nubes dar mi
habitual
paseo nocturno
vestida de
estrellas y soles,
de acacias y peonías
perfumada;
de susurros, luces
y, melodías…
Entonces
las nubes desfilan ante mis ojos
cual sueños fugitivos,
sobre esas aguas de un verde pálido
donde duerme eternamente el alma de las
cosas.
Y yo , gozosa vuelvo al lecho
entre los brazos de mi amado
y de nuevo me adormezco...
entre la niebla de Los mi amada ciudad
de Los Angeles…
*
Anny L.Gordon Stewards
Santa Mónica- Calf. U.S.A.
(C) 2007
www.poemasannlouise.com