Soy una soñadora idealista, que ama la belleza en todas sus manifestaciones, la delicadeza del espíritu y la exquisitez del lenguaje hablado y escrito. Una idealista, caminando por un mundo que le da la vuelta a todo, se diría que está del revés. El caos predomina, la falsedad, la falta de exquisitez y delicadeza, de dulzura, bondad, afecto.Casi nadie busca la amistad, ni el amor, tan sólo de los demás, servirse, utilizar, manipular, avasallar… ¡ Destacar!
¡ Trepar!¡ Medrar!
Antes decir ¡ AMOR! era evocar la pura delicia, de los amantes que,
se deleitaban, se decían cosas dulces y gratas, cruzaban delicadas palabras, besos, caricias, flores, golosinas, perfumes;
más no ahora… ¡ Quia!
Yo conocí a un humano que decía amarme, como nadie podría amarme jamás en este Mundo y, día sí, día no, me ofendía .
Me hacía víctima propiciatoria de su soberbia, vanidad y prepotencia…Blanco fácil de sus ironías e insultos, de sus desvaríos..
No se cansaba de devaluarme y darme a entender que yo nada valía,que tan sólo gozaba de una buena fachada. Que todos mis pretendientes, eran falsos, unos payasos que se pasaban el día lamiendo mi extremidad inferior y, que –realmente- lo único que pretendían era llevarme a la cama y, se admiraba ,¡ Sí! Hasta diría que le daba rabia que me tratasen como a una diosa, que fuesen delicados, gratos, gentiles, caballeros conmigo, algo, para él. ¿ Incomprensible? .
Moraba en aquel ser , un innato sadismo, crueldad, el deseo de rebajar a la dama, de ridiculizarla, menospreciarla, escupirle a la cara que no valía nada. ¡ Tú no eres más mujer que otras mujeres hermosísimas que conozco!, me espetaba “delicadamente” , al tiempo que me decía ¡ Eres vulgar!
Eso que decía amarme, eh? ¡ SÍ, eso decía !.
Pero yo…tan deshabituada a este tipo de trato,desconsideraciones,
actitudes... y circunstancias,
¡ A los hechos, me remitía y, me remito.!
Hay que ver como han cambiado los tiempos .Este no es el Mundo de los grandes amores de aquellas novelas de antaño, que yo había leído, donde los amantes se decían hermosas palabras mientras se miraban a los ojos y se juraban ¡ Amor eterno… hasta la sepultura!
He pensado que quizá? si aquél qué decía amarme me trataba de tan grosera, sucia y desconsiderada forma,
debería pensar en aceptar a hombres que no me amen , ni sientan nada por mí, pero …¡ Eso sí!
Que me mimen y hablen con dulzura, que me acaricien con la mirada, al hablar, que me digan cosas bellas, delicadas. Hombres para los que yo sea algo así como una reina y, entonces todo volverá a los tiempos de antaño, volvería la belleza, la armonía, la luz, ¡ Volvería el amor que yo soñé!…
Y sería tratada como aquella mujer a la que hace alusión el dicho de qué…
¡ A la Mujer, no se la debe golpear ni con el pétalo de una rosa!
(C) Anny Louise
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LA DAMA DEL LAGO ….
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Imagen
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