Después del vendaval que asoló ayer
sus vidas,
de tantos sufrimientos, calamidades y penurias,
hoy observan con tristeza
los inmensos destrozos que ha ocasionado
en ellos…
¡Lo han perdido todo!
¡Ya nada les queda!
sólo atesoran un profundo sentimiento
de tristeza, y soledad
de vacío y dolor
en el alma.
Se ha roto el vaso sagrado de sus anhelos
el templo divino de la luz y,
hoy ya no suena en él
la melodía de todos sus ensueños,
aquella, colmada de risas y alegrías.
Se han derramado y perdido
todas las esencias mágicas
del amor…
hasta su más bella y delicada flor
hoy, yace lacia y pisoteada,
sin vida,
a sus puertas…
¡No, Jamás volverán la vista atrás
hoy bogan en la nave de la desolación
viajarán a través de mil lunas,
de mil án noches y días,
en catarsis de silencio y soledad
de su destino,
tan solo guiados
por el soplo caprichoso
que Eolo decida.