La pasada noche, a sus clarines,
calcé de oro y esmeraldas
delicados escarpines.
Vestida de seda y encaje
Fui al salón azul de los violines,
Hasta sus suelos de mármol rosado
llegaban las guirnaldas
colgadas de exquisitas
arañas de Strass
Allí valseaban
Arlequinesy Colombinas,
Príncipes y Princesas,
Hadas y Gnomos
imperiales Valses.
Las Damas aún llevaba bigudines,
los Caballeros, empolvados peluquines,
todos juntos y tomados de las manos
mostraban sonrientes
sus rostros,
danzaban, prometían
y soñaban
musitándose al oído
dulces y susurrantes frases...
Y yo columpiada
en los halos de tan alegres acordes
musicales,
me deslicé, con placer, por el arco de la armonía,
reptando por las escalas del ritmo
hasta llegar al supremo arpegio
solista,
prometiendo sostenerme en calderón
en aras del recuerdo
de tan bella
ocasión…